Según la concejal Elisa Quartucci el presupuesto municipal 2009 no refleja un programa de gobierno. No es más que una mera herramienta administrativa. Carece de una estrategia que refleje y acompañe el crecimiento de la ciudad y sólo se limita a la prestación de los servicios mínimos del municipio, como salud, acción social o cultura.
En general, en todas las áreas de gobierno se observa una falta de iniciativa local ya que se continúa con la puesta en marcha de programas diseñados en otros estamentos de gobierno.
En cuanto a las obras públicas, el aporte local no difiere del histórico; además si bien tanto la Nación como la provincia han anunciado recientemente inversiones millonarias en nuestra ciudad, en el presupuesto sólo se recoge el aporte de $ 25 millones provenientes del Estado nacional, pero referido a obras viales y sanitarias que ya fueron prometidas en el presente año y en el 2007. Nada se dice tampoco de la inversión en viviendas.
Finalmente, el encuadre efectuado desde Alsina 65 respecto del contexto de crisis nacional e internacional, solo sirve de excusa para ocultar la real identidad del gobierno municipal: estamos claramente frente a un “gobierno de transición” que marca la media entre lo que fue la debacle del gobierno peronista de Lopes y aquello que está por venir en el 2011.
En general, en todas las áreas de gobierno se observa una falta de iniciativa local ya que se continúa con la puesta en marcha de programas diseñados en otros estamentos de gobierno.
En cuanto a las obras públicas, el aporte local no difiere del histórico; además si bien tanto la Nación como la provincia han anunciado recientemente inversiones millonarias en nuestra ciudad, en el presupuesto sólo se recoge el aporte de $ 25 millones provenientes del Estado nacional, pero referido a obras viales y sanitarias que ya fueron prometidas en el presente año y en el 2007. Nada se dice tampoco de la inversión en viviendas.
Finalmente, el encuadre efectuado desde Alsina 65 respecto del contexto de crisis nacional e internacional, solo sirve de excusa para ocultar la real identidad del gobierno municipal: estamos claramente frente a un “gobierno de transición” que marca la media entre lo que fue la debacle del gobierno peronista de Lopes y aquello que está por venir en el 2011.
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