4 de febrero de 2011

NO HAY QUE RESPONSABILIZAR A OTROS DE LOS FRACASOS PROPIOS


No pueden menos que repudiarse las declaraciones de un ejecutivo de la empresa Plaza que ha dicho que hay cuestiones e intereses políticas para que la gestión de ese grupo fracase y de esa forma atacar al gobierno municipal.

Exigimos que el vocero de esa firma, señor Gustavo Gago, indique claramente a quiénes se refiere en sus conceptos y demuestre con hechos concretos la validez de sus dichos.

Ningún ser racional puede desear el fracaso de un servicio en el que los principales perjudicados han sido y siguen siendo miles de usuarios bahienses.

Pocas veces hemos asistido a un escenario en el que los protagonistas de esta historia se atribuyen mutuamente responsabilidades que no se definen, mientras los usuarios continúan como rehenes de las malas prestaciones.
Los trabajadores del sector, a su vez, suman sus reclamos y no se advierte un intento claro de declarar la emergencia, que de hecho transitamos, para salvar a un sistema que evidencia graves falencias.

Desde que llegó a Bahía Blanca, hace dos años y medio, el poderoso grupo empresario pretendió imponer las reglas y en muchos casos pudo hacerlo porque se lo permitió el Intendente Municipal. Basta con recordar los decretos que firmó autorizando a pagar con monedas y con boleto fiscal, cuando previamente el Concejo Deliberante había aprobado por unanimidad una resolución que señalaba que Plaza debía utilizar en el inicio de sus actividades, enero de 2009, el sistema de cobro vigente, es decir, Tarjebus.

Cuando se oían diariamente las quejas por las emisoras radiales, el jefe comunal decía que eran algunos políticos que mandaban a sus punteros a comunicarse con los medios. Al final, después de mucho tiempo, tuvo que asumir la realidad.

No fue la oposición la que prometió que Bahía Blanca iba a tener el mejor servicio de transporte de colectivos del país. Tampoco fue la oposición la que aseguró que no solo no iba a aumentar el pasaje, sino que iba a tender a la baja. No fue la que hace unos meses dijo que el control de las frecuencias iba a ser a “cara de perro”; ni fue la que permitió a la empresa Plaza que se llevara colectivos de Bahía Blanca, que trajera rodados de mayor antigüedad, y que tuviera menor cantidad de ómnibus de los establecidos en el pliego según lo constatado por inspectores municipales y la Comisión de Usuarios Testigos.

Algo debe quedar claro para el Departamento Ejecutivo y para el grupo Plaza: las normas se hicieron para que se cumplan y no se puede culpar a los demás de los fracasos propios.
Bahía Blanca, julio 2010

Elisa Quartucci (8 de septiembre)- Raúl Woscoff (IC)
Carlos Ocaña (UCR) - Esteban Obiol (FPV)

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